domingo

Sueños... - Capitulo 4 (Continuación)

Mi yo futuro estaba en una tierra llana. No había nada. Estaba absolutamente vacío. Miró en derredor. No alcanzaba a ver nada. Sólo una clara niebla espesa, presente en toda la extensa llanura. Dio unos pasos. La situación era igual a la anterior. Sus pies descalzos se empapaban con el rocío de la hierba por la que andaba. Prosiguió caminando hasta que llegó a una especie de barranco. Se colocó en a punta del precipicio para observar el paraje donde se encontraba. El susto de ver lo que vio abajo, fue tan grande, que al dar unos pasos hacia atrás, resbaló con una roca mojada y si aquel brazo no la hubiera agarrado firmemente subido de nuevo, se hubiese caído al vacío.
-Gracias – pronuncié en aquel sueño. Pero, extrañamente, aquella “yo del futuro” lo dijo a mi vez. Normalmente, lo que yo pensara no influía en los sueños, pero aquella vez sí, y me extrañaba mucho. Por eso, lo probé de nuevo. - ¿Dónde estamos? – Y mi confusión aumentó al ver que lo decía a la vez que yo.
-Sabes muy bien dónde estamos – respondió él.
Lo miré detenidamente y me sorprendí al ver que sabía quién era. Tomás.
-¿Tomás?- Pregunté, sin darme cuenta que mi “yo futura” lo repetía.
-¿Si?
Lo sabía. Era él. Definitivamente lo sabía, aunque no le conociera en persona, había acabado conociéndole. Era verle, y sentir que mi corazón latía más rápidamente.
-¿Dónde estamos? – Dije sin darme cuenta que lo acababa de preguntar. Me puse roja, pensando que en ese momento él pensaría que sería estúpida. Y otra vez, me volví a sorprender de que mi “yo futuro” también se sonrojó.
Cuando estaba en un sueño, normalmente, era como si yo me colocara detrás de mi “yo futuro” como espectadora, sin poder influir en lo que ella hacía, o decía. Pero en ese caso, era como un videojuego, en el que yo con un mando controlara a mi “yo futura” desde fuera. Y me era muy extraño.
-Ya sabes la respuesta – repitió él.
-No… no la sé – tartamudeé. Realmente no lo sabía. Nunca había estado allí. Bueno, quizá mi “yo futura” si que había estado, pero yo no. Por lo que me extrañaba esa respuesta.
-Sí que la sabes. Estas soñando, el futuro, viéndome desde el pasado, ¿verdad?- preguntó sin alterar su serio gesto.
Me sorprendí aún más que lo que ya estaba.
-Claro que lo sé, no hace falta que me preguntes por qué lo sé – dijo él.
Parecía que daba por hecho que lo sabía todo, pero en realidad yo no me estaba enterando de nada.
-No te extrañes, esto es el futuro, aunque no lo sepas, ha sucedido, sucederá algo que para nosotros ha sucedido pero tú no sabes que ha pasado. Es un poco lioso, pero tú tranquila, que no pasara nada… Si detenemos esto, no pasará nada.
-¿Esto? – pregunté más extrañada aún.
-Sí. Esto.
-¿Qué es “esto”?
-Ya lo sabes- dijo frunciendo el ceño
Yo cada vez estaba más nerviosa, era como hablar con las paredes, repetía una y otra vez la misma cosa.
-Ya lo entenderás todo. Todo a su tiempo.
Pero en ese momento no compendia nada. De todas formas, parecía como si él me estuviera leyendo lo que en ese momento pensaba yo.
-Sí que lo hago. Ya te lo dije. Lo comprenderás todo a su tiempo.
-Un momento, ¿me estás leyendo los pensamientos?
-Sí, aunque ahora tienes tal cacao en la cabeza que no sé exactamente cuantas preguntas quieres hacerme.
-Pero…
-Ya te lo he dicho, lo entenderás todo a su tiempo, ahora tienes que intentar salvar a todos.
-¿Salvarlos? ¿De qué?
-De la fisura. De la fisura de los mundos que has ocasionado.
-¿Yo?
-Sí, por tu culpa se ha creado una fisura, entre el mundo de los sueños, y el real.
-¿Pero yo que he hecho?
-Soñar la realidad

******
Ya sé que dije que no continuaría esta historia, pero debo decir que gracias a Paula, me dieron ganas de continuar escribiéndola, a los demás que lo leais, que recordeis que es gracias a ella.
Gracias, Paula.

No hay comentarios:

Publicar un comentario