viernes

El viaje (micro-cuento, o historia corta)




 
Luka se frotaba el pelo, mientras miraba al horizonte, una gran llanura se extendía frente a él. Azul y brillante. El mar.
Llevaba navegando unos cuantos días, y ahora mismo no sabía dónde se encontraba. Ni en qué costa, ni en qué país, ni en qué mar, no en qué océano. El agua era igual  en todas partes, según él, ya que, en todos los días que llevaba navegando no había notado ninguna diferencia. A veces llegó a pensar que simplemente no estaba en el mundo real.  Pero eso le hacía sentirse triste, no quería abandonar el mundo terrenal, ni el marítimo, por supuesto. Quería seguir navegando, hasta que llegase a tierra, y allí, poder fundar una familia. Partió al mar sin nada: ni familia, ni casa, ni dinero; y llegaría a tierra con lo mismo.
Se volvió a tocar el pelo, y la otra mano la posó en la explanada salada. El pequeño bote avanzaba lento, ya que su mano apenas notaba rozamiento, pero él seguía intentando llegar a tierra, no tenía prisa. Según él, en esa época todavía le cabían vivir nos cuarenta años más. Ya tenía veintiún años. No era un niño, ni adolescente, ni adulto, prefería llamarse a sí mismo “niño crecido”, o “semi-adulto” no le gustaba que le hicieran mayor, llamándole adulto. No quería crecer, sólo quería quedarse así para siempre.
Y así se quedó hasta el fin de sus días, un “niño crecido”, navegando lentamente en esa extensa llanura. El mar.

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